Tiara de Rubies - Casa Real de Grecia

Tiara de rubies y diamantes representando frutos y hojas de olivo. Perteneció a la Reina Olga, nieta del Zar Nicolás I de Rusia y esposa del Rey Jorge I de Grecia.




La Reina Olga, nacida Gran Duquesa de Rusia, como hija del Gran Duque Constantino Nikoláyevich y de la Princesa Alejandra de Sajonia-Altenburgo, se convertiría en Reina de Grecia a los 16 años, y entre sus magnificas joyas se encontaría esta tiara y un aderezo de rubíes compuesto por dos broches y gargantilla (más tarde que añadirían unos pendientes).



 El origen de los rubies no es cierto, algunos creen que proceden de la Rusia natal de la Reina, aunque otros apuestan por un origén birmano. Su color oscuro es conocido como "sangre de paloma", y a veces muestran reflejos rosado-purpuras.

Es posible que una parte del aderezo fuese regalo de su marido, el Rey Jorge I.

La Reina Olga de Grecia, nacida Gran Duquesa de Rusia en 1915

La Reina Olga dejaría los rubíes a su tercer hijo varón, el Príncipe Nicolás, que estaba casado la Gran Duquesa Elena Vladimirovna de Rusia (nieta del Zar Alejandro II).

S.A.I y R. la Gran Duquesa Elena de Rusia, esposa del Príncipe Nicolás de Grecia

Los rubies sería usados por las hijas del Príncipe Nicolás, concretamente por la Marina (Duquesa de Kent) y por Olga (Princesa de Yugoslavia).

Olga de Grecia, Princesa de Yugoslavia

Marina de Grecia, Duquesa de Kent, en la apertura del parlamento, 1937

En Dreux, en julio de 1957, durante la boda de Henri de Clermont, la Reina Federica de Grecia luciría por primera vez la tiara y el aderezo de rubies ¿como llego hasta ella?, pues tenemos dos versiones:


  1. Al fallecer el Príncipe Nicolás de Grecia, en 1938, dejo los rubíes a su hija Olga, quien se vió obligada a vender sus joyas.
  2. Al fallecer la Gran Duquesa Elena Vladimirovna, viuda del Príncipe Nicolás en marzo de 1957, deja en su testamento los rubies al Rey Pablo.
La Reina Federica con la tiara y el aderezo completo


La Reina Federia, tras ella su hija, la Reina Sofía de España

Los rubíes fueron algunas de la joyas que la Reina Federica entregaría a su nuera, la Princesa Ana María de Dinamarca cuando se casó con su hijo, el Rey Constatino I de Grecia

Los Reyes Constantino I y Ana María de Grecia

La Reina Ana María suele usar el collar en una versión más corta, suprimiendo también dos de sus colgantes

Ana María de Grecia con una versión más reducida del collar
La Reina Ana María de Grecia, nacida Princesa de Dinamarca



Casa Real de Rumanía - Tiara Griega

Es una tiara flexible de diamantes y platino con un motivo de greca griega, estos ornamentos en forma de meandros que se repiten de forma continua, simbolizan la eternidad.



Esta tiara perteneció a la Princesa Victoria Melita, hija del Príncipe Alberto, Duque de Saxe-Coburgo y Gotha, y de la Gran Duquesa María de Rusia, por tanto su abuela paterna era la Reina Victoria de Inglaterra y su abuelo materno el Zar Alejandro II.

Victoria Melita de Sajonia-Coburgo y Gotha
La Princesa, tras su divorcio con el Gran Duque Ernesto Luis de Hesse-Darmstadt, contraería matrimonio en 1905 con el Gran Duque Cirilo de Rusia, con la oposición de la familia imperial que no veía con buenos ojos el matrimonio entre primos hermanos, ni el hecho de que fuese divorciada.

La tiara será un regalo del Gran Duque Cirilo.
La Gran Duquesa Victoria Melita de Rusia con la tiara Griega
El Zar Nicolás II les permitiría instalarse en Rusia en 1910, donde Victoria Melita contó con gran popularidad entre la nobleza, aunque siempre mantuvo una relación distante con la familia Imperial.

Con la revolución rusa, en 1917, Cirilo y Victoria Melita tienen que huir, llevando ella parte de sus joyas cosidas a sus ropas. Su situación llega a ser deseperada, y por ello vende sus joyas.

Es su hermana María, casada con el Rey de Rumanía, quien comprará la tiara Griega para obsequiarla a la futura esposa de su hijo Carlos, la Princesa Elena de Grecia.

La Princesa Elena de Grecia
La Princesa Elena era hija de los Reyes Constantino I y Sofía de Grecia, por lo que el regalo de la tiara con adornos típicos de su país era muy apropiada, y la luciría en su boda con el Principe Carlos de Rumanía en 1921 en Atenas

La Princesa Elena con su hijo, el futuro Rey Miguel
El matrimonio de la Princesa Elena y el Príncipe Carlos sería desafortunado, por lo que acabarían divorciandose.
Carlos reinará diez años abdicando en su hijo Miguel, que tendrá que abandonar el país en 1947, tras la caída de Rumanía en la órbita sovietica.

La Reina Elena de Rumania
Una de las últimas ocasiones en las que se vío a la Reina Elena con la tiara fue en mayo de 1962 en la gala previa a la boda de los Príncipes Juan Carlos y Sofía, futuros Reyes de España.

La Reina Elena con el Príncipe Bernardo de los Países Bajos
En Atenas, en 1948, el Rey Miguel contraería matrimonio con la Princesa Ana de Borbón-Parma, quien luciría para la ocasión la tiara griega.

Los Reyes Miguel I y Ana de Rumanía el día de su boda

La tiara será usada también por una de las cuatro hijas de los Reyes para su matrimonio, la Princesa María

La Princesa María de Rumanía en 1995

En los últimos años, es la heredera del Rey Miguel, la Princesa Margarita, la que usa la tiara griega en los eventos a los que asiste.

El Rey Miguel y su hija y heredera, la Princesa Margarita

La Princesa Margarita de Rumanía
La Princesa Margarita y su esposo, Radu Duda


La heredera al trono de Rumanía con la tiara griega

Casa Real de Grecia - Tiara de Esmeraldas

Tiara de diamantes y esmeraldas creada para la Reina Isabel de Grecia, esposa del Rey Jorge II de Grecia.



La historia de estas esmeraldas comienza con la llegada a Grecia de la esposa del Rey Jorge I de Grecia, la Gran Duquesa Olga Constantinova de Rusia, nieta del Zar Nicolás I, quien llevaba entre su dote una buena colección de joyas y piedras preciosas, y entre ellas, las famosas esmeraldas.

La Reina Olga con las esmeraldas

Parte de estas esmeraldas llegarían a manos de su nieto, el Rey Jorge II de Grecia, quien las regalaría a su novia, la Princesa Isabel de Rumania, cuando se casó con ella en 1921.

 La Reina Isabel lucirá estas esmeraldas en un bandeau de diamantes, con diseño floral, acompañado de broche y pendientes.

La Princesa Isabel de Rumanía, Reina de Grecia

Más tarde el bandeau sería transformado, dandole otra disposición sobre una base de diamantes.

La Reina Isabel con las esmeraldas en bandeu

Por tercera vez se volvería a transformar la joya, en un marco de kokoshnik,  en el que se puede apreciar que los motivos de diamantes que separan las esmeraldas, son dos letras "E", de "Elisabeta".

La esposa de Jorge II con la tiara con sus iniciales de "Elisabeta"

Cuando en 1935 Isabel se separó del Rey Jorge II, le devolvería la tiara y las esmeraldas. Éste se la dejó a su hermano el Rey Pablo I.

Los Reyes Pablo I y Federica de Grecia
La esposa de Pablo, la Reina Federica, le daría el aspecto actual al conjunto, eliminado la fila superior de diamantes a la tiara, pudiendola usar también como gargantilla.

La Reina Federica con la tiara como gargantilla

El aderezo se compone de una tiara de diamantes con cinco esmeraldas en forma de cabujón, unos pendientes de gota, y un gran broche con cinco "gotas" desmontables.

Federica con el aderazo de esmeraldas y la tiara de diamantes de la Reina Sofía de Grecia

La Reina Federica usó el aderezo de esmeraldas acompañando en muchas ocasiones a la gran tiara de diamantes de su suegra, la Reina Sofía de Grecia (nacida Princesa de Prusia).

La Reina Federica lució las esmeraldas en la boda de su hija, la Princesa Sofía

Tras el fallecimiento del Rey Pablo I, sería coronado su hijo, el Rey Constantino II, que adelantó su matrimonio con la Princesa Ana María de Dinamarca.

La Reina Federia entregaría las esmeraldas a la nueva Reina, que las luciría en la gala previa a la boda.

El Rey Constantino II entre su madre y su novia, que ya luce las esmeraldas la noche antes de su boda

La Reina Ana María de Grecia ha reservado las esmeraldas para las grandes ocasiones, luciendo habitualmente el broche como colgante, generalmente con una gargantilla de brillantes que recibió en herencia de su abuela, la Reina Alejandrina de Dinamarca.

La Reina Ana María de Grecia

No ha documentación grafica en la que se pueda ver a Ana María de Grecia luciendo la tiara como gargantilla, como si la hacia con mucha frecuencia su suegra, la Reina Federica.

Primer plano de la Reina de los griegos
En las últimas ocasiones en las que ha lucido las esmeraldas, ha aligerado el broche quitandole parte de las esmeraldas desmontables, llevandolas de diferentes formas.

Ana María de Grecia en la boda del Príncipe Federico de Dinamarca

La Reina Ana María en el 70 cumpleaños de su hermana la Reina Margarita II de Dinamarca


Casa Real de Bulgaria - Tiara de las Flores de Lis

Tiara realizada para la Princesa María Luisa de Borbón-Parma, primera esposa del que más tarde sería el Rey Fernando I de Bulgaria.



La tiara sería realizada por la casa de joyería Kochert de Viena, y escogiendo como motivo ornamental las flores de lis, ya que la Princesa María Luisa era hija del Duque Roberto I de Parma, de la Casa de Borbón.

Princesa María Luisa de Borbón-Parma

La tiara representa cinco grandes flores de lis, entre las que se intercalan cuatro más pequeñas, está realizada en diamantes y adornada con rubies y esmeraldas, los colores de la bandera de Bulgaria.

Oleo de la Princesa María Luisa con la tiara

La Princesa María Luisa fallecería en 1899, antes de que su marido fuese proclamado Rey, pero la tiara permanecería en la familia, existiendo documentación gráfica de ello.


La Princesa Juana de Italia durante su boda con Boris III de Bulgaria
El hijo de María Luisa y Fernando, el Rey Boris III, casaría en 1930 con la Princesa Juana de Saboya, hija de los Reyes Victor Manuel III y Elena de Italia, quien sería la nueva propietaria de la tiara.

Reina Juana de Bulgaria

Tras el repentino fallecimiento del Rey Boris, en 1943, subiría al trono su hijo, el Rey Simeón II, que contaba con seis años de edad. El pequeño Rey junto con su familia tendría que abandonar Bulgaria en 1946 por las presiones de los soldados sovieticos.
En el año 1951 la familia se establecería en España, concretamente en Madrid, donde el Rey Simeón conocería años después a Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, con la que contraería matrimonio en 1962,

Los Reyes Simeón II y Margarita de Bulgaria

La aristrócrata española,  Margarita Gómez-Acebo, luciría la tiara de las flores de lis el día de su boda con el Rey Simeón de Bulgaria.

La Reina Margarita de Bulgaria
Unos años antes, en 1957, la Princesa María Luisa de Bulgaria, hermana del Rey Simeón, también luciría la tiara el día de su boda con el el Príncipe Carlos Vladimiro de Leiningen , hijo de la Gran Duquesa María Kirílovna de Rusia.

La Princesa María Luisa de Bulgaria y el Príncipe Carlos Vladimiro
Son pocas las ocasiones en las que se ha podido ver esta tiara, ya que la Reina Margarita no es aficionada a usarlas, máxime cuando se trata de una joya de gran tamaño.

La Reina Margarita en unas de las pocas ocasiones en las que ha lucido la tiara


Primer plano de la tiara de las flores de lis